Por la Dra. Gabriela Lemus, Directora Ejecutiva de Maryland Latinos Unidos

A medida que avanzamos hacia una existencia posterior a la pandemia, ¿qué podemos hacer para impulsar la equidad en el acceso a la atención médica de los latinos? ¿Cómo se vería un futuro así? ¿Cuáles son las mejores prácticas y los errores más naturales? Finalmente: ¿como comunidad, qué frena a los latinos a la hora de acceder a la atención médica que necesitan?

En Maryland Latinos Unidos, queremos encontrar soluciones a estos desafíos, y aunque es importante abogar en nombre de una comunidad, no basta con protestar o señalar las barreras que esta enfrenta. Por lo tanto, en MLU hemos establecido tres iniciativas a partir de los resultados del programa que administramos, la Coalición Latina del Atlántico Medio por el Acceso Equitativo a la Vacuna (MALVEC):

Creemos que es necesario:

  1. Abordar las barreras de comunicación y mejorar la competencia cultural dentro del sistema de salud en Maryland,
  2. informar a los sistemas de salud sobre las limitaciones que impiden que los latinos, especialmente los inmigrantes, accedan a la atención médica y,
  3. trabajar para desarrollar un sistema permanente de equipos de organización de salud comunitaria que involucren a los miembros vulnerables de la comunidad y los ayuden a navegar a través de las complejidades de la atención médica en todo el estado.

Transformar los sistemas es un proceso que requiere que todas las partes trabajen juntas. Esperamos que estas tres iniciativas identifiquen áreas en las que podamos crear, en colaboración, un cambio sistémico basado en lo que ha funcionado en el pasado. Debemos evitar todo lo que mantenga a nuestra comunidad en un ciclo perpetuo en el que es incapaz de desarrollar hábitos saludables y enfrenta obstáculos para la atención médica.

La comunicación es uno de esos obstáculos importantes. En los informes de equidad en la salud de los condados de todo el estado, la barrera del idioma aparece constantemente como un desafío a la hora de involucrar a los miembros de la comunidad latina.

Las instituciones de atención médica tienen la responsabilidad cada vez mayor de aumentar los esfuerzos en materia de diversidad, equidad e inclusión (DEI), no solo para lidiar con sus empleados sino también para servir mejor a los pacientes y sus familias. Más allá del bilingüismo y la sensibilidad cultural, también hay una falta de comprensión sobre cómo funcionan los medios locales de comunicación en Español y cómo los latinos reciben información.

La industria de la atención médica tiene una oportunidad particularmente única de lograr un mayor impacto, por los efectos directos que tiene en la salud y la calidad de vida de los pacientes. La pandemia puso al descubierto cómo los inmigrantes en particular enfrentan desafíos culturales y logísticos cuando padecen una enfermedad grave. Los profesionales de la salud y los sistemas de atención médica deben estar preparados para abordar esas necesidades únicas, incluidas las diferencias en el idioma, las deficiencias en el conocimiento sobre salud, las barreras de los seguros, y los recursos financieros y sociales limitados.

Sabemos que, históricamente, en Maryland y en todo el país, los latinos dudan en acceder a la atención médica debido a muchos factores que incluyen el lenguaje, la falta de comprensión y el miedo por todo tipo de razones, entre ellas la información errónea y la desinformación.

Los elementos de disuasión pueden ser complejos y, a menudo, incluyen traumas profundamente arraigados e incluso intergeneracionales. Abordarlos requiere una comprensión de los estigmas que rodean a temas como la salud mental y las discapacidades dentro de la comunidad latina. Requiere comprender el machismo y los roles importantes que desempeña el género en las familias y la sociedad latinas, así como los roles de la religión, la caridad y el clasismo. También es importante saber qué atención está disponible para estas personas cuando su estado migratorio está en duda o si tienen miedo de perder la oportunidad de recibir una tarjeta verde porque creen que “cruzaron la línea” al aceptar asistencia.

Creemos que una manera efectiva de abordar los elementos de disuasión es con equipos de organización de salud comunitaria fuertes y bilingües compuestos por trabajadores de salud comunitaria y organizadores de salud comunitaria.

Los equipos de organización de salud comunitaria, compuestos por miembros de la misma comunidad, bilingües y culturalmente sensibles, permiten superar las dudas y acceder a la atención médica.

En MALVEC, nuestros equipos están compuestos por trabajadores de salud comunitarios y organizadores de salud comunitarios que coordinan recursos y actúan como enlaces con los sistemas de salud locales. Los organizadores se mantienen actualizados sobre las últimas tendencias y ofertas de atención médica en los condados en los que trabajan, lo que garantiza que los trabajadores sepan lo que está disponible. Estos últimos constituyen la última milla entre los servicios comunitarios y las comunidades a las que sirven.

Cuando no hay crisis, como la pandemia de COVID-19, estos equipos de organización de salud comunitaria se encuentran entre los primeros puestos en ser eliminados. El ciclo de apoyo temporal cuando hay una crisis, y el retorno lentamente a los viejos hábitos una vez que la crisis termina y quienes financian pasan a otros temas, significa que las barreras para recibir atención permanecen intactas.

Al final, para crear un verdadero cambio en los sistemas se requiere que los legisladores se comprometan con el proceso y estén dispuestos a poner recursos detrás de los ajustes necesarios. Requiere priorizar los cambios y no solo el resultado final.

Tal vez ha llegado el momento de un sistema de salud completamente diferente -¿quizás un sistema de pagador único? Hasta que se produzcan tales cambios, debemos ser conscientes y apoyarnos unos a otros. Nuestras comunidades no pueden darse el lujo de esperar otra crisis. Es hora de abordar los desafíos que enfrentamos hoy para construir un sistema de atención para todos, uno en el que prevalezca la atención médica como un derecho humano.